El concurso de acreedores ofrece ventajas concretas y reguladas por ley, diseñadas específicamente para proteger a autónomos y personas físicas ante situaciones de insolvencia, garantizando siempre la protección de su patrimonio personal.
Desarrollamos una estrategia legal personalizada para cada caso, guiándole paso a paso en todo el procedimiento con máxima transparencia y dedicación.
Trabajamos con máxima dedicación para alcanzar los mejores resultados posibles dentro del marco legal, priorizando siempre la protección de sus intereses.
Exploramos todas las vías legales para blindar su vivienda y bienes esenciales
Buscamos acuerdos realistas y sostenibles con sus acreedores
Le informamos con honestidad de sus opciones, riesgos y oportunidades
Le guiamos en todo el proceso, minimizando el estrés y la incertidumbre
Le proporcionamos respuestas claras a las dudas más comunes sobre el concurso de acreedores. Descubra cómo puede proteger su patrimonio y reestructurar sus deudas de forma legal y ordenada.
Sí, de hecho es una de las situaciones más comunes. Al solicitar el concurso, se suspende automáticamente la ejecución de los embargos en curso.
Todas las deudas personales y profesionales. Las deudas personales no profesionales, en caso de autónomo y empresa, (hipotecas vivienda, préstamos personales) pueden tener tratamiento diferente.
No, el concurso incluye obligatoriamente todas las deudas existentes en el momento de la solicitud. No se puede excluir a acreedores.
Es la cancelación de las deudas existentes que no se hayan podido pagar antes de entrar en concurso de acreedores, incluso aquellas que hayan sido reclamadas judicialmente.
No es necesario. En la primera consulta gratuita analizamos su situación y le indicamos exactamente qué documentación necesitaremos.
El concurso de acreedores representa una oportunidad legal para autónomos y personas físicas de reestructurar sus deudas de forma ordenada. Este procedimiento, lejos de ser un fracaso, es una herramienta jurídica diseñada específicamente para proteger el patrimonio personal y la vivienda familiar, permitiendo un nuevo comienzo financiero.